En la totalidad de los casos analizados se observa un descenso de la densidad de población a lo largo del período considerado. En promedio, la densidad de población descendió un 25% en los últimos 20 años, como consecuencia de que la superficie urbanizada aumentó un 154% mientras que, para el mismo período, la población de los casos estudiados registró un aumento promedio del 67%. Es decir que, predominantemente, el crecimiento de las ciudades se ha producido mediante un patrón por el cual éstas crecen mucho más en superficie que en población.



Existe una mayor tendencia a la disminución de la densidad de población en las ciudades de la Región Patagónica y el NOA, mientras que la densidad disminuyó menos en las ciudades ubicadas en las regiones Centro, NEA y Cuyo.



El patrón de expansión de las ciudades de mayor población se caracteriza por una alta dispersión, con discontinuidades en la trama urbana y amplios vacíos urbanos (ver Indicador "Tejidos residenciales en áreas de expansión urbana").



Este notable descenso de la densidad, que es un fenómeno observado a nivel mundial, trae aparejado, entre otras consecuencias, el aumento en los gastos vinculados a la provisión de servicios urbanos, tales como la recolección de residuos, el transporte público, la cobertura de los equipamientos educativos, de salud, administración y seguridad, etc. A lo que deben agregarse los costos ambientales por la pérdida de suelo absorbente, la constante pérdida de suelo productivo en el entorno inmediato de las ciudades, el mayor consumo de energía para acceder a lugares cada vez más lejanos y la conformación de una ciudad socialmente cada vez más fragmentada por la calificación diferencial del territorio y la consecuente mayor dificultad de los sectores de menores ingresos para acceder a suelo urbanizado.



Esta constatación plantea la necesidad de adoptar políticas públicas e instrumentos adecuados a fin de conducir los procesos de crecimiento urbano, con el objeto de construir ciudades inclusivas, ambientalmente sustentables y económicamente viables.



Se presenta el análisis detallado de la variación de densidades 1991 – 2010, para 58 aglomerados. Para 5 casos, se analiza también el periodo 2010 - 2018